EL LOBO
El aspecto maléfico del mito del lobo lo asocia a las tinieblas, a los infiernos, al pecado, al engaño, a la violencia . Este fue el significado promulgado por los cristianos, que lo asocian con el diablo, y el culto al mismo en la Europa medieval.
Sin embargo, en su aspecto benéfico, el lobo es un símbolo de luz, un símbolo celeste, asociado a divinidades solares como Apolo. Representará las cualidades de fuerza y valor, y aparecerá en numerosos mitos fundacionales de ciudades, dinastías y clanes.
La noción del lobo como guerrero enfurecido, fuera de sí, aparecerá en Roma, asociado al dios Marte, pero también entre los pueblos del norte de Europa y como símbolo de iniciación en sociedades guerreras de todo el mundo.
La loba encarnará la divinidad la fecundidad, y frecuentemente aparecerá como nodriza de personajes importantes en la historia de los pueblos que le rendirán culto.
Por último el lobo, como otros cánidos, será asociado a la muerte y a los infiernos, así como al descenso hacia la oscuridad Existe una convergencia entre la mordedura del cánido y el temor al tiempo devorador, Cronos, devorando el tiempo humano, y los astros que éste emplea para medirlo. Sin embargo, es también el aspecto luminoso del lobo el que conduce no sólo a los muertos, sino a las almas de los vivientes, por el camino adecuado, para evitar su extravío, o bien haciéndoles superar diversas pruebas, actuando a un tiempo como guía y guardián de los misterios que entraña la oscuridad en la que él ve.
El mito del licántropo, del hombre transformado en lobo, del que aquí se muestran algunas trazas, se tratará en una sección a parte, debido a su extensión y profundidad.
ITALIA
Tal vez el mito clásico más conocido acerca del lobo está en la leyenda de la fundación de Roma, según la cuál el dios Marte se enamoró de Rhea Sílvia, una virgen vestal; de su unión nacieron los gemelos Rómulo y Remo, que fueron introducidos en una cesta y lanzados al río Tíber, del cual los rescataría una loba y los criaría como si fueran sus propios cachorros, hasta el momento en el que el pastor Faústulo los recogería y los dejaría al cuidado de Acca Larentia. Algunos autores apuntan que Acca Larentia pudiera ser en realidad la loba, la palabra latina lupa, designa a un mismo tiempo loba y prostituta. En todo caso, la loba pasó a ser el emblema de Roma, apareciendo en sus monedas y monumentos.
El lobo en la mitología romana está asociado a Marte, dios de la guerra, como el mismo dios, en otros países, evocará también una idea de fuerza mal contenida, gastándose con furor.
GRECIA
En Grecia el lobo se asocia fundamentalmente a a figura del dios Apolo. Delphos había sido fundada por los supervivientes de un diluvio, guiados por los aullidos de los lobos. Pausánias narra la historia en la que un saqueador del santuario de Apolo fue muerto por un lobo, que no dejó de aullar hasta que las gentes acudieron al lugar y encontraron el tesoro secuestrado, devolviéndolo al templo y erigiendo allí un lobo de bronce junto al altar mayor. En otro episodio, Apolo tubo un hijo con la hija del rey Minos, Miletos pero éste fue abandonado y recogido por una loba hasta que, posteriormente fue recogido por unos pastores; de este modo fue como el fundador de Mileto, en Asia Menor, pudo sobrevivir.
El lobo también fue una de las formas atribuidas a Zeus a quien se propiciaron sacrificios, para poner término a las sequías y plagas naturales de cualquier especie.
El lobo como divinidad infernal existe también en la mitología grecolatina : Hades, señor de los infiernos, se reviste con un manto de piel de lobo, y entre los etruscos, el dios de la muerte tiene orejas de lobo.
ESCANDINAVIA
La boca del lobo, en la mitología escandinava, es un símbolo de reintegración cíclica, similar al que encontramos en la india, Skoll y Hati son gigantes en forma de lobos que persiguen al sol y a la luna,y eran causa de los temidos eclipses, en los que se los hubieran tragado, de no ser por los hechizos forjados contra ellos. A Fenrir, el lobo gigante, únicamente la magia de los enanos logrará contenerlo un tiempo, hasta la batalla final, en la que éste se liberará y se enfrentará al dios Odín, derrotándolo, y muriendo a su vez a manos de su hijo.
Sin embargo, Odín, el dios principal, también se asocia al lobo en múltiples ocasiones, llegando a adoptar su forma. Lo acompañan siempre dos lobos, Gere y Freke, a los que alimenta en el banquete de los guerreros que han muerto con honor, en el Valhalla.
INDIA
En el Rigveda el devoto le pide al sol, dios Pushan, que aparte del camino del hombre piadoso al hombre pernicioso; en otro himno, se habla de la codorniz prisionera en la garganta del lobo Vrika, posteriormente liberada; aquí la codorniz es un símbolo de luz, y la boca del lobo las tinieblas, los infiernos; la liberación de las fauces del lobo es la aurora, la luz que sucede al descenso a los infiernos.
Sin embargo, en la civilización hindú, el lobo también es héroe, representa el valor, el honor y la victoria del héroe.
EGIPTO
Los egipcio tenían un dios lobo de los muertos, llamado Upuaput, “el que abre camino”, encargado de guiar la barca del sol en su desplazamiento nocturno. Upuaput tenía una ciudad que posteriormente los griegos llamarían Licópolis. Según Diodoro de Sicília, un ejército de lobos habría detenido una invasión etíope sobre el territorio, y el nombre conserva el recuerdo de la victoria de los lobos sobre el enemigo.
Cuando el dios lobo era invocado por los vivientes, los conducía por múltiples pruebas hasta llegar al camino de los Bienaventurados, lugar dónde Osiris los acogía e impartía sus enseñanzas. También, según Diodoro de Sicilia, el mismo Osiris resucita en forma de lobo para ayudar a Isis, su esposa, y Horus, su hijo, a vencer a su malvado hermano Set.
Comentarios
Publicar un comentario